viernes, 15 de abril de 2022

 










Los dioses nos quieren muertos constituye su quinta entrega de narrativa tras Escenas del bosque y otros cuentos (1979), Relatos de las siete esferas (1990), Sueñonauta (2012) y Las legiones de Morfeo (2014), novela precursora e inspiradora del nuevo trabajo. En esta ocasión, poderosas criaturas auto erigidas en dioses luchan sin cuartel en la galaxia y los humanos se ven inmersos en esta batalla ajena. La Tierra, abandonada a su suerte, incuba un feto de diadón que acabará con el planeta cuando eclosione. Para salvar la Tierra amenazada, los humanos han desarrollado una nueva forma de viaje galáctico, denominada sueñonáutica y cuentan con la ayuda de Eva, una poderosa robot de titanio y alma humana.




PRÓLOGO DEL AUTOR



He procurado que esta novela se explique a sí misma como ha de ser por otro lado sin necesidad de haber leído con anterioridad y por este orden Sueñonauta y Las legiones de Morfeo. Sin embargo para una mejor comprensión del marco global en el que se desarrolla esta trilogía he optado por acompañar a Los dioses nos quieren muertos de una galería de personajes e informaciones pertinentes de las tres obras que expliquen y propicien una lectura placentera de las mismas. Son en parte un mapa de referencia al que acudir para relanzar el disfrute de estas páginas.

Cuando escribí Sueñonauta en 1993 no pensé en prolongaciones ulteriores de la obra, sin embargo a su finalización supe que la historia no estaba cerrada, sino muy al contrario abría nuevos caminos para sus dos nuevas hermanas que llegarían en 2009 y 2020. Reconozco que me he tomado mi tiempo para este puñado de páginas, para alguien como yo tan inconstante, pero creo que tras Los dioses nos quieren muertos la historia ha llegado a su fin. También soy consciente de que el mundo que se despliega en esta trilogía está inspirado en los cuentos de Relatos de las siete esferas publicado en 1990. Dos de estos relatos aparecieron anteriormente en el librito Escenas del bosque y otros cuentos de 1979: A la búsqueda del Diadón y Primus. En ambos se esboza el enemigo a batir en Los dioses nos quieren muertos. Apareció en el primero como el águila del breve futuro que acabó con el ambicioso monje de la secta küll y posteriormente tomó el aspecto de Primus como el feto encubado en la Tierra utilizada como nodriza en el otro cuento. Primus, el Diadón y El gran compilador son tres nombres para recrear una criatura que amenazaría el universo aristotélico de las siete esferas y la Tierra.

La idea del sueño y de la sueñonaútica, otro eje fundamental comienza a esbozarse en El gran compilador, otra de las historias de Relatos de las siete esferas, un alter ego del Diadón como ya he sugerido, devorador de mundos y especialmente de sueños, capaz de contener en su estómago estrellas y la universal. Por su parte Eva, la robot fractal también tiene su antecedente en el relato Los vuelos de Crónox donde un androide que piensa en Basic toma un elixir y cae en un profundo sueño para despertar en una estantería de juguetes, pero Eva la robot de titanio líquida mejorada con una matriz fractal está muy lejos de parecerse a esta desafortunada y lastimosa criatura. Ella es un personaje clave para entender tanto Las legiones de Morfeo como Los dioses nos quieren muertos: telépata, manipuladora de la materia como cualquier fractal, creadora de anomalías temporales y ser atormentado por la duplicidad de su naturaleza, pues su fuerza es al mismo tiempo su debilidad.

De todas las especies protagonistas, los fractales son el cimiento que cohesiona esta trilogía. Tanto en Sueñonauta (1993) como en Las legiones de Morfeo (2009) y en Los dioses nos quieren muertos (2020) vertebran el hilo de la trama principal de esta trilogía. Se presentan como inofensivos tramoyistas en Sueñonauta, pero también como poderosos maestros del sistema periódico manipuladores de la materia y aliados de la raza humana en su lucha contra los diadones en las dos siguientes novelas.









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